TIJUANA
Bajo el lema “Aquí empieza la patria”, conocida también como: La puerta de México y La esquina de América Latina. Tijuana es la ciudad más poblada del estado de Baja California y forma parte de la zona metropolitana transnacional más grande de México junto con Rosarito, Tecate, San Diego y California. Es la ciudad fronteriza más visitada del mundo, lo que convierte al cruce de San Ysidro (“La garita”) en la frontera más transitada del planeta con un estimado de más de 300 mil cruces fronterizos diarios. Estas características la han llevado a ser considerada como una ciudad de gran impacto cultural, símbolo de diversidad de ideas, cuna de transiciones y revoluciones.
Tijuana logró su popularidad entre los años de 1920 y 1930, se convirtió en una ciudad delirante que permitía a los extranjeros disfrutar de los excesos que la Ley Seca les prohibía. Se popularizaron los bares y centros de diversión -y para los años de 1950- la ciudad se había convertido en sede de expresión musical, especialmente de grupos afroamericanos que encontraban un espacio en la frontera a causa del racismo y la segregación que sufrían en Estado Unidos. La música adquirió una fuerte carga política y de crítica social con influencia del jazz, blues, soul y rock and roll: aquí nació el “rock mexicano” (Viera, 2013).
En una entrevista con Excélsior (2017), el titular del Centro Cultural Tijuana -Pedro Ochoa Palacio- dijo: “Se pensaba que Tijuana era una sociedad sin identidad o que la cercanía con la frontera la ponía en riesgo (…) pero la identidad estaba ahí, solo había que darle valor (…) Tijuana no fue fundada, como las ciudades del centro del país con un centro ceremonial o una iglesia o un dicto real, sino a partir de la frontera, resultado de la guerra con Estados Unidos. Una pequeña comunidad que empezó a vivir básicamente del comercio y el turismo. Pero ahí están las raíces de la identidad también”.
La segunda ola del rock se dio en la década de 1980 y Tijuana se preparó para albergarlo nuevamente desde entonces y hasta la fecha: se dio una búsqueda de espacios a través de una red autogestiva para mantener vivo el rock local, siempre colmado de distintas influencias musicales -Como dice Stuart Hall (2010) en Priscilla M. Viera (2013)- “la representación conecta el sentido del lenguaje para decir algo con sentido en el mundo o para representarlo de manera significativa a otras personas que comparten símbolos culturales (…) la representación es una parte esencial del proceso mediante el cual se produce el sentido y se intercambia entre los miembros de una cultura”.
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Referencias:
Bautista, V. (2017). Tijuana y su esplendor cultural. Excélsior. Recuperado de: https://www.excelsior.com.mx/expresiones/2017/10/07/1193151
Secretaría de Cultura. (2013). Tijuana, más de 50 años de transformación cultural.
Gobierno Federal. Recuperado de: https://www.gob.mx/cultura/prensa/tijuana-mas-de-50-anos-de-transformacion-cultural
Viera, P. (2013). Mujeres, Tijuana y rock and roll: representaciones y autorepresentaciones de jóvenes rockeras. ELSEVIER. Volumen (48). pp. 3-337. Recuperado de: http://www.elsevier.es/es-revista-debate-feminista-378-articulo-mujeres-tijuana-rock-
